INTERESADOS EN CREAR UN CSC

INTERESADOS EN CREAR UN CSC








A los interesados, y padres de interesados, que preguntan sobre “requisitos”, “permisos” para crear un club social de cannabis, los voy a remitir a este sitio de internet, así ahorro un buen número de respuestas similares. A cambio de daros toda la información, de paso, disimulando, hago apología libertaria.
Si quieres crear un “Club Social de Cannabis” (CSC), es muy fácil. Solo hay que estudiar un par de semanas en internet (4 horas al día aproximadamente), ser mínimo 3 amigos que quieran fundar una Asociación cultural, y tener unos Estatutos.
Un CSC es una “Asociación” de personas. Lo difícil es encontrar 3 amigos que quieran fundar un C.S.C. Socios es muy fácil conseguir. Pero 3 activistas que quieran dar la cara es difícil. Tener en cuenta que el “secreto” de un Club Social de Cannabis son las “RRPP”, las “Relaciones Públicas”: visitas, llamadas, e-mails, cartas postales, escritos, entrevistas… a la policía local, nacional, autonómica, guardia civil, juzgados, fiscalía, periódicos……. ese es el único secreto: hacer activismo de primer nivel, dar la cara, presentarse en sociedad de verdad como entidad sin ánimo de lucro y debidamente informada.
Se necesita mucho valor para cultivar mucha marihuana, transportarla, almacenarla, custodiarla, y dispensarla, aunque sea “solo a socios” tras una balanza de precisión. Por mucha Asociación que se sea y mucho siglo XXI en que estemos. Y no digamos, valentía para, puntualmente, comprar en el mercado negro una gran cantidad de marihuana por estar los socios desabastecidos. Generalmente esas labores las hace el Presidente, dado de alta en seguridad social. La Junta Directiva (Presidente, Secretario, y Tesorero) son los que más peligro tienen de ser procesados. Sobre todo el Presidente.
Cuando se está delante de importantes cantidades de marihuana, la sensación instantánea es que “se te van a echar los guardia encima”.
Presidir un CSC requiere valentía. Yo os animo a que seáis valientes y fundéis uno. Y tener asumido que cualquier día detienen a los miembros de la Junta Directiva o a socios que en determinado momento estaban junto al cultivo, por ejemplo. O transportando 12 kilos de cogollos de marihuana y 3 kilos de hachís artesano. Desde el activismo se está construyendo la “realidad social”, a la cual estamos todos vinculados. Y estamos todos observando.
Hoy todavía ser un CSC es “una actividad de riesgo”. Han procesado al menos a 5 Presidentes de CSC, tres casos se archivaron o absolvieron y dos al menos están todavía procesados por delito contra la salud pública.
Antes de pedir información concreta, hay que hacer los deberes y estudiar dos semanas en internet. Apuntar: FAC, ENCOD, Martín Barriuso y CANNABISCAFE. Esos 4 nombres en la red son claves para estar debidamente formado en torno a los CSC. Utilizar el buscador de internet.
La FAC es la Federación de Asociaciones Cannabicas, tiene una web estupenda, y ahí podéis ver las Asociaciones de toda España que están afiliadas, y pedirles información. Tiene editada una Guia de 256 folios, actualizada recientemente, que se facilita a los interesados.
ENCOD, plataforma pro-europea a favor de cambios legales, en su web se promueven los CSC. Estudiar la web de ENCOD es obligatorio.
Martín Barriuso es un activista vasco, principal promotor de los Clubs Sociales de Cannabis. Teneis videos de él en youtube sobre los CSC. Da excelente consejos, como llevar perfectamente siempre los libros de socios, decisiones y actas por escrito. Es además referencia ideológica como Presidente de la FAC y añejo activista.
CANNABISCAFE es un foro de visita obligada para estar al día sobre acontecimientos del mundillo de los CSC en las secciones de “Gabinete de Prensa”, “Activismo General” “Jurisprudencia y Legalidad” y “Asociaciones”. Y más cosas tiene el foro, todo sobre el cannabis. Registraros.
Repito lo primero: Crear una Asociación es facilísimo, es gratis, sólo se necesita estudiar dos semanas, 3 personas, Presidente, Tesorero y Secretario, hacer unos Estatutos (es fácil conseguir un modelo), un acta de fundación (es un simple escrito, hay modelos gratis) y presentarlo en el “Registro de Asociaciones” de tu Comunidad Autónoma. Los activistas te lo van a dar todo “mascado”. Pero, lo primero que hay que preguntarse: ¿Tengo valor para vivir con la sensación que cualquier día me detenga la policía? Y la segunda pregunta: ¿Asumo y puedo permitirme que me caiga encima un buen marrón judicial: prisión y una fuerte multa?
Ambas preguntas previas son necesarias. Y claro que personalmente como activista quiero favorecer que se creen CSC. Además, quien “entre” ahora en este mundo, tendrá  “las direcciones”, “los contactos”, y posibilidad de los puestos de trabajo más atractivos que se creen en el sector económico alrededor de las asociaciones culturales o Instituciones Públicas que puedan tener el monopolio de la producción y venta legal de marihuana a consumidores que no cultivan. Tanto si se regula como si no se regula nada. Si esperas a que se “aclare” el panorama político, que se despejen todas las dudas de la seguridad jurídica de un CSC, los puestos de trabajo más atractivos estarán pronto ocupados. Hay un futuro plagado de enigmas y sorpresas.
Los CSC son esperanza. Los CSC son “Reducción de riesgos”. Circuito Cerrado. No alimentar el mercado negro. No acceso a menores de edad. Entrada “solo socios”. Cultivos Colectivos. Cuidar la calidad e higiene del cannabis. Puestos de trabajo. Reducción de gastos sociales. Menos multas. Menos procedimientos penales. Búsqueda de la plena seguridad en materia de consumo de cannabis, con especial atención y vigilancia a los adolescentes. Los CSC pueden ser vistos como un “pacto” entre Prohibicionistas y Antiprohibicionistas. Un “experimento controlado en España”.
¿Alguien da más por un 0% de ayuda del Estado?. Esto es un movimiento de “abajo hacia arriba”. Esto ha sido un logro de las personas, activistas, asociaciones, no de los políticos ni de los Técnicos del Estado. Desde 1992, año notorio del nacimiento del “activismo” en España debido a la entrada en vigor del artículo 25 de la Ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana (sanción por tenencia ilícita de drogas), que nos hizo enfadar a muchos, los avances sociales relacionados con el cannabis han sido ratificados por los jueces, sensibles “con la realidad social” del tiempo en que han de aplicar las leyes.
De ahí que ahora sea legal abrir un Grow Shop. De ahí que ahora sea legal vender semillas. De ahí que ahora sea legal mostrar plantas vivas de cannabis como ornamento. De ahí que ahora sea legal organizar una Feria comercial Cannabica. O una Copa de la Marihuana llena de premios y jolgorio. De ahí que sea legal el cultivo colectivo para autoconsumo. ¿Hay quien cree que siempre han sido legales estas cosas? ¿Hay quien cree que no podemos retroceder en los derechos tomados? Existen personas que creen que han cambiado las leyes en los últimos meses. Y eso no es cierto.
Ha cambiado la realidad social del momento en que han de ser aplicadas esas leyes. De ahí que sean legales los Clubs Sociales de Cannabis en España. O más bien, estamos todavía en ello, haciendo día a día, atendiendo a las personas, la vigente realidad social de la segunda década del siglo XXI. Por mandato del artículo 3.1 del Código Civil, los jueces (y todos nosotros) tenemos que interpretar las leyes “según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas”
Los jueces han de consolidar sistemáticamente que no hay vulneración del artículo 25 de la ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, por no constituir tenencia ilícita de drogas lo que no causa alarma social, ni vulneración del artículo 368 del Código Penal (delito contra la salud pública), por existir en la conducta del CSC los mínimos riesgos a la salud pública, precisamente el bien jurídico protegido del delito de tráfico de drogas. Y además, decir que su conducta produce los máximos beneficios sociales.
Con sus sentencias, han de dar seguridad jurídica a los CSC. Seguridad Jurídica es la necesidad. Cultivo, producción, elaboración, transporte y dispensación de cannabis por medio de “Asociaciones” transparentes y sin ánimo de lucro. Después, el futuro inmediato tendría que ser fabricar y dispensar toda clase de drogas en “circuito cerrado”, “a precio coste o por debajo de coste”. Por Asociaciones o Instituciones. Con carnets de “extra dosis” o sin ellos. Con ideas, ideas, ideas. De los activistas y de los jueces, fundamentalmente depende.
El Estado solo va a colaborar “no haciendo nada por detenernos”. Pero legalizar, modificar, el Estado es un Goliat patoso que no va a hacer cambios legales. A los señores/as políticos de traje y corbata les da miedo y risitas solo hablar de drogas en público. Y cuando lo hacen, hablan pulcros y circunspectos, según los “últimos estudios”.
¿Qué puñetas “últimos estudios”? Que se metan la Prohibición donde les quepa. La búsqueda de la plena libertad y plena seguridad es un pensamiento muy antiguo. Desde hace muchos años toda mente bien pensante sabe que el exceso de autoritarismo y la Prohibición es intrínsecamente perversa e injusta para el ser humano. Si el consumo de drogas no es un derecho humano reconocido y protegido expresamente por la ONU ni reclamado por activistas, es porque es un tema que da vergüenza hablar.
No olvidemos que una cosa es lo magnífico y útil que pueda ser el cáñamo a la humanidad. Y otra cosa que el genuino y sincero activismo es el que se preocupa por todos los que caen en la tentación de la ilegalidad y se enfrentan a gravísimas penas de prisión por las denominadas “drogas duras”. Jueces, Fiscales, Policías y Activistas tenemos que plantar cara al Estado en el tema de las drogas duras, además del cannabis.
Los jueces, no procesando. Los fiscales, no acusando. Los policías, no deteniendo. Promover sistemáticamente cuestiones de inconstitucionalidad de los aludidos artículos 25 y 368. Interpretando que no hay riesgo a la salud pública. Ilegalidad de los cacheos, registros y controles. Crear doctrina sobre número de plantas, o de número de macetas con su capacidad cúbica en tierra, o metros cuadrados de superficie de cultivo. Y tenencia legal de determinados gramos o kilos colectivos por periodos de días, meses, trimestres y año.
Primero CSC. Y después, las demás drogas. Producidas y dispensadas en Asociaciones de productores y consumidores. Y rápido, que a las personas en prisión, se les escapa la vida. Piedad. Caridad. Empatía. Conceptos fáciles de entender. El Estado no va a hacer nada.
Si después de leer toda esta apología antiprohibicionista, tienes alma de pirata o contrabandista marítimo del siglo XIX y sigues interesado en crear un CSC, en “Marihuana Blog” tienes un artículo titulado “Ejemplo de Club Social de Cannabis” del que puedes sonsacar un “proyecto social” (fines sociales), y la guía de clubs de la FAC es la mejor recopilación de herramientas útiles: estatutos, actas, formularios, jurisprudencia…. que ayudan a perder el miedo a “vender legalmente marihuana solo a socios”. Dispensar, dicho en plan finoli.
Y si después de hacer los deberes, alguien se pregunta cosas del tipo: “Pero yo no quiero un CSC, yo solo quiero tener un local de fumadores de Cannabis y que me traigan la marihuana para venderla y fumarla en el local ¿es eso legal?, ¿Qué documentos legales me hacen falta? ¿Qué requisitos? ¿Dónde dan las autorizaciones? ¿Dónde hay un abogado especialista que lo tramite? ¿Qué inversión hace falta? ¿Puedo vender a domicilio? ¿Puedo enfocarlo como con fines medicinales? ¿Cuántas plantas podemos cultivar? ¿Qué digo si me detienen? ¿Cuánto puedo llevar encima? ¿Puede entrar la policía en el local? ¿Puedo ser socio fundador de un CSC si soy militar? ¿Puedo montar en mi Grow Shop un CSC? ¿Y en mi restaurante? ¿lo del reparto a domicilio de marihuana en vespa es verdad?
Si eso ocurre, si se hace alguna de estas preguntas, que vuelva a hacer los deberes de estudio. Significa que no ha comprendido nada. En la realidad social de hace unos pocos años, todo esto era considerado ilegal. La ley no ha cambiado. Que comprenda que todos “construimos la realidad social”  y que se le invita a ser protagonista.
-          “Entonces, ¿no hay nada legalizado en torno a los CSC? ¿Me pueden detener?”.
-          “Si Fulgencio, si, te pueden detener y meter un paquete de El Copón.”.
Recibir un afectuoso saludo. Enrique Fornes Angeles. Licenciado en derecho. Valencia, 29 de enero de 2011.

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