Ingredientes:
1 kg y 1/4 de filetes de cerdo
2 cervezas
2 cebollas moradas (rojas, pueden ser de las normales)
1/2 kg de crema
250 grs de queso(puede ser gauda)
1/2 litro de vino blanco (el más barato que encuentren)
Aceite, sal, pimienta negra
Un pitito hecho con lo que pondremos a la carne
Un cogollito, o dos (uds. saben las dosificaciones)
Manos a la Obra:
Abre una de las cervezas para que no sufras sed debido a las temperaturas que se alcanzan en una cocina.
Se escoge una sarten lo suficientemente grande para que quepa la
carne sin que se amontonen los filetes,le ponemos un poco de aceite de
oliva y se fríen ligeramente (sin pasarse).
El cocinero enciende el pitito para ver que tan bueno está el material.
Retiramos los filetes y los dejamos en cualquier sitio en la cocina obviamente ¡lejos del perro!
En lo que nos quedó en el sarten, echamos la cebolla previamente cortada
muy fina. Averiguarán uds. que el humo del pito impide que le lloren
los ojos al cocinero.
Freímos la cebolla lentamente, llenamos una copa de vino blanco (150 cl)
y le echamos la mitad a la cebolla, la otra mitad se la bebe el
cocinero.
En una olla fundiremos la crema con el queso, cuando esté fundido le
añadiremos la cantidad decidida de marihuana, bien triturada.
Cuando el vino de la cebolla haya reducido, esparcimos la cebolla por el sartén y le ponemos los filetes encima.
Tras 3 minutos a fuego lento, le añadimos 2 copas de vino a la carne y esperamos a que reduzca.
Abrimos la 2ª cerveza.
Añadimos la crema al sartén, volteamos bien la carne una y otra vez para
que sepa un montón a la salsa y al final echamos un poquito de pimienta
negra.
Cuando nos acabemos la cerveza lo retiramos todo del fuego y, procurando no caernos, lo llevamos a la mesa.
